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Mostrando entradas de 2016

A J.A.BARROSO, MI PICADOR:

  De nuevo, un folio en blanco junto a la tristeza de una partida. Un vacío que, sin ser el primero, duele de la misma manera. El “sí” afirmativo y con tilde aparece a cada segundo por mi mente, otro subalterno más que cambia de rumbo, busca nuevos horizontes, un nuevo destino, la felicidad en otro camino. Las ilusiones mirando el futuro renacen mientras los sueños vuelan como el aire. Es la hora y el ahora. Es el momento. De repente, todo se amontona. Desde los recuerdos a las lágrimas, desde las sonrisas por ver fotografías que no hablan pero llevan escritas palabras y dedicatorias que se quedarán, como tesoros, guardadas a la melancolía de pensar que en las filas de mi torero ya no estarás. Te acuerdas de aquel día que fui de la plaza al hotel corriendo para saludarte y a mitad de la calle te grité “entra despacito que no llego a verte” y tú respuesta, entre risas, fue de “tranquila, ven andando, que yo te espero eternamente”, o de aquél “tela cómo has estado mi picado

Y SEVILLA SOÑÓ.

Fotografía Arjona (Sevilla, 25 de Septiembre de 2016)   Es la voz de dentro, la que me grita, la que se sujeta de repente y se desborda en cuestión de segundos. Cómo contar tanto vivido, cómo expresar cada latido. Del ansiado marzo que llegaba con Castellón anunciando el inicio al nostálgico septiembre con despedida en Sevilla. Una temporada que comenzó en primavera y acabó en los primeros días de un otoño cálido y radiante de luz. Queda mucho más que recuerdos pero ahora, cuando todo terminó y pasaron los días, cómo le cuento al mundo que Sevilla soñó… La calle Iris fue un alboroto de gentío, la plaza era un clamor en sus tendidos. Tras un excelente segundo tercio al quinto toro de la tarde, sin probaturas, comenzó a fluir el toreo. El toreo del verso acompasado, del cante libre, del temple en ritmo, de la emoción del olé largo, del silencio roto por un suspiro. El toreo que fue acorde de un pasodoble, caricia de una muleta al natural tan natural, sentimiento de

CANO, HASTA SIEMPRE.

“De momento, sigo levantándome por las mañanas, miro para arriba y digo, ¡gracias Jefe, un día más! Y así seguiré hasta el final” - Francisco Cano. Y el final llegó. Llegó en temporada, cuando las plazas de toros están en su máximo esplendor de ferias, de corridas, de aficionados que vienen y van, de tantos soñadores kilométricos que en las carreteras de esta España de piel de toro sueñan miles de faenas por presenciar. Llegó el final, bien vivido desde el comienzo, a su manera pero con una especial filosofía de vida que ya quisiéramos muchos para nosotros. A Cano le llamó "El Jefe" a sus 103 años y, con él, se fue la historia viva de la Tauromaquia, se convirtió en la leyenda inmortal, ya nada será igual. Cuando el portón de cuadrillas se abra y los toreros pisen el ruedo, ¡quién no le va a recordar! Con su cámara al cuello, su gorrilla blanca escrita con tinta sagrada, su paso ágil pero acompasado y templado, tan torero en andares como en pensamientos. Ay,

FUTURO TAURINO

A María y Vera, dos niñas en proyecto de aficionadas: María, Vera, su mamá Toñi y yo (archivo personal) Ahora que el mundo anda revuelto, que el ser humano, en ocasiones, deja de serlo, es en estos días cuando más os recuerdo. Quizás, porque a través de vosotras, trato de buscar en mí ese halo de esperanza que me lleve a pensar que, en el fondo, somos seres buenos, sin haber descubierto la maldad y tenemos corazón. No quiero dejar de creer en que existe la ternura, la empatía, el hacer el bien, la sensibilidad y el amor. Me niego a caer en la frustración y ese pensamiento derrotista, en vosotras descubrí que las flores son capaces de nacer entre tanta miseria y tanto odio. Es en estos días, cuando más os recuerdo. Las dos sentadas justo a mis espaldas, impacientes esperando el sonido del clarín que diera comienzo a una nueva tarde de toros. No os conocía de nada pero sentía como si más días hubieseis estado a mi vera. Por las apariencias, podría asegurar q

SILENCIO POR UN TORERO

(Desconozco al autor de la fotografía)    "Siempre pensé que la vida la viven los cobardes y la disfrutan los valientes, aunque a veces el precio sea demasiado caro" VÍCTOR BARRIO No creo que en el juego de las palabras hayan suficientes o las exactas para descifrar lo que siento. Busco las justas, ni más ni menos, pero me faltan y me sobran todas al mismo tiempo. Escribo en presente porque lo ocurrido ayer olvidarlo no puedo. Una frase que parte el corazón: “Ha muerto un TORERO”. Al pronunciarla suena desgarradora. Al escribirla, los dedos quedan inmóviles en el teclado del ordenador. Cala tan profundo como caló el pitón certero del toro de los Maños, llega tan hondo como el dolor que, como persona y aficionada a la Fiesta, siento. Teruel fue el escenario de un trágico acontecimiento. Nunca hubiese querido escribir este post. Ahogo mi tristeza en unas letras más negras que nunca, sin eco, sin color. Era 9 de julio

MIS HOGUERAS 2016

A la Plaza de Toros de Alicante: Te escribo cuando ya han pasado unos días desde el final de tus Hogueras para susurrarte, casi sin rozarte, mis emociones y sentimientos en ti vividos. Te cuento, como si caracola de mar fuera, que te vi esplendorosa, monumental y coqueta, de belleza sin igual y radiante de viveza. En tu mes de junio, a la caída de la tarde, como cada año, abriste tus puertas de par en par para acogernos en tus tendidos a miles de aficionados venidos de todos los lugares del mundo. El ambiente era espectacular. Cada tarde, cuando el tren me dejaba en tu ciudad, tan tuya y a la vez tan mía, caminaba por sus calles hasta llegar a ti, con la ilusión más grande que en mi cabía. Recuerdo el sentarme inquieta y nerviosa en uno de tus tendidos (por cierto, todos abarrotados), y esperar que el minutero del reloj marcara las 7 en punto para que diera comienzo el paseíllo. Sabes, vibré como lo hizo tu gente con el espectáculo variado del Fandi; con

CONTIGO, SIEMPRE

“Te escribo desde los centros de mi propia existencia, donde nacen las ansias, la infinita esencia”, “te juro que pienso ¿por qué es tan difícil sentir como siento?”. Así reza la letra de una de las canciones de Alejandro Sanz que bien me sirve para este comienzo. Quiero gritar y me aferro al silencio, busco entre los recuerdos personas que no están y lo vivieron, momentos que fueron pasado y hoy son más presente que nunca, el futuro sigue siendo un misterio. Las palabras deciden no decir nada para dar paso a las lágrimas, que acongojan, aprietan, suspiran y salen a borbotones de unos ojos que olvidaron pestañear para no perderse nada de lo que estaba ocurriendo. Cuando “Dalia”, ese extraordinario quinto toro de Victoriano del Río salió al ruedo venteño, muchos ya habían perdido la esperanza, otros criticaron lo habido y por haber con fundamento y sin él, pero algunos, solo algunos, muy pocos por cierto, seguíamos aferrados a un sueño que nos hacía y nos hace más fuertes,

RELATO DE UN SUEÑO.

La víspera del 30 de abril siempre me trae el mismo recuerdo. Cuando cierro los ojos me vienen a la mente ráfagas de un momento histórico que hasta la fecha solo lo he visto una vez, aquella vez del año 2011, por no querer perder la magia de los sentimientos que aquel día dejó en mí para los restos de mi vida. En uno de mis noctámbulos sueños, me pasó algo curioso y hasta con un punto de locura que quiero compartir. Soñando con aquella primaveral corrida hace un par de noches, al ver en mis sueños la puerta de chiqueros abierta de par en par y escuchar el son de clarines anunciando la salida del tercer toro, una voz imaginaria me habló para relatarme cuál fue su vivencia de aquella mágica y especial tarde… [“El 217. Vamos toro, es tu turno”- escuché decir a una voz que sonaba a lejanía y decidí, sin más, seguir la luz que entraba por mi chiquero. Salí a un lugar redondo, lleno de luz y color y hasta casi me atrevo a decirte que, también, estaba lleno de magia. Me imaginé qu

MAÑANA DE ESPERANZA

  Amanecía en Sevilla la noche del Viernes Santo. Madrugada de almas vivientes en calles donde el tiempo se detiene. Llegaba sin dormir a la ciudad más bonita del mundo, tras una noche en carretera para ir en busca de la mirada de una Madre que de todo sabe y entiende, que quiere y padece. Revoloteé por la Correduría y, por esa calle Feria, tuve que caminar lenta para saborear cada paso que daba en esa bendita tierra. En Relator, tuve que pararme, ya había gente esperándola a su regreso tras realizar la estación de penitencia hasta la Santa Iglesia Catedral. Un poquito más adelante, Parras se engalanaba y nerviosita esperaba su llegada. Ese barrio macareno era un hervidero de nervios, sin brújalas ni segunderos, con las ansiadas ganas de vivir un sueño. Entre el murmullo de la gente, se escuchaban ecos de “Cuando venga la Señora, como se va a poner esto”, “Cuando veas que el Señor se asoma, ya la gloria tocas”.   Pasaban las horas con el goteo constante de miles y miles

DE COLOR Y ORO

Fotografía: Soraya Sanz Martín     Tras el invierno, marzo trae consigo el comienzo de la temporada taurina. Como cada año, esperaba impaciente verlo salir de nuevo camino a la plaza. Sentada en una escalera, con la mirada fija en la puerta del ascensor, aguardaba el ansiado momento. Mientras tanto, me venían a la mente pasajes de aquel septiembre de despedida; dentro de mí, volvían a renacer los nervios de la espera, el deseo del cruce de miradas, el anhelado abrazo, ese guiño especial y lleno de significado. Apareció rodeado de los miembros de su cuadrilla. Al cruzarse nuestras miradas entre la gente, en los labios, unas sonrisas se dibujaron. Reaccionamos a la vez con un abrazo espontáneo. Y fue ahí, en ese preciso instante, donde comenzó el diálogo. Un diálogo entre miradas mudas, suspiros que hablaban sin necesidad de ser pronunciados, versos que se escribían al aire, sentimientos que escapaban sin poder ser alcanzados, lágrimas sueltas desviadas en caminos encon

EL TRIUNFO DE VIVIR.

  Reza la letra de una canción que "vivir es lo más peligroso que tiene la vida". La vida son obstáculos, tropiezos, levantamientos y logros. Te quita pedacitos de ser y te da impulsos para seguir, te devuelve ilusiones cuando, con anterioridad, te robó sueños, te regala luz después de haberte enseñado lo que es la oscuridad, te mira de tú a tú,  te plantea desafíos sin saber si los podrás alcanzar. La vida es tan complicada como bonita. Quita y da, da y quita, qué más da, cuando lo perdido ya no se puede recuperar.   Ayer, dos toreros, David Mora y Jiménez Fortes, volvieron a hacer el paseíllo de la vida. Dejando atrás un calvario de dolor, sufrimiento e incertidumbre. Tratando de aparcar los imborrables sinsabores de aquel momento tan inolvidable como certero, tan duradero en el tiempo. Aquellos días donde el milagro vino a sus encuentros. A pesar de todo, el miedo seguía existiendo.   Al frente, se divisaba un ruedo de espera, unos toros que aguardaban en chi

LA MAGIA DE LA RADIO

  Imagen de Internet     Mi abuela me ha contado en reiteradas ocasiones que antes, en el frío invierno, cuando los ruedos españoles cerraban sus puertas, escuchaba la radio. La llevaba donde ella iba. Desde casa al campo a trabajar. Su radio era un complemento más. Sus ondas le retransmitían corridas desde el otro lado del Charco, como ella le decía. O bien en directo o al día siguiente, de forma diferida. Me intrigaba escucharla contando esas anécdotas con un aparato que, por unas horas, le daba vida. Ella decía que la radio tenía magia, te invitaba a imaginar con lo que en la plaza pasaba, a sentir sin ver, a escuchar atentamente para no perder detalle, a vivir, a soñar. Y el olé, ¡ay ese olé de La México!, lo recuerda tan intacto como si estuviera ahora escuchándolo.   Anoche, volví aquellos tiempos y sentí lo mismo que mi abuela me contaba. El milagro de la radio. Desde tierras americanas, me llegaba un sonido cálido, vibrante y apasionado. Contaban que la pla