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Mostrando entradas de 2017

PACO, SI TÚ SUPIERAS...

Te escribo ahora que al otoño ya se le caen las hojas del calendario, que el verano quedó en el pasado, que la primavera seguirá siendo siempre un eterno sueño futuro. Te escribo ahora que Zaragoza ya ha pasado, poniendo punto y final a una temporada que es historia, que lleva tu nombre, tu sangre, tu toreo. Te escribo porque sentía la necesidad de hacerlo, porque te lo debía, y te seguiré debiendo momentos, porque a pesar de que este texto lleve letras de despedida, te seguiré esperando cuando florezca, de nuevo, la temporada por el mes de marzo. Te escribo a pecho descubierto, con la verdad de mis sentimientos. Si tú supieras… Me enseñaste que la constancia y el esfuerzo son las claves del éxito, que el triunfo es un momento de gloria, al cual cuesta llegar, pero demasiado efímero y pasajero. Aprendí de ti que la humildad es la única vía para conseguir c ada logro , que la verdad se antepone a la mentira, que todo vale la pena por mucha lu

FELICIDAD COMPARTIDA.

  El 24 de junio en Alicante, lo vi todo a través de los ojos. Vi las caras de ilusión de los aficionados en el patio de caballos, deseosos de conseguir ese inigualable instante al lado de los toreros que, quizá, por el tiempo a muchos nunca les llegó. Entre tantas personas, divisé a una chica, más o menos de mi edad, Mari Paz venía desde muy lejos para ver a su Torero y apenas había podido ver el color de su vestido debido a la rapidez con la que había entrado hacia el interior de la capilla. Su ilusión de desinfló y exclamó: "jo, no pude verlo". Me puse en su piel en cuestión de segundos, le di la mano y le dije “no todo está perdido, queda un último intento, no te sueltes de mi mano, vamos a intentarlo de nuevo”. Antes de entrar al patio de cuadrillas, en esa puerta que separa el gentío de la soledad, el silencio desde el otro lado contrastaba con el murmullo de ese circular pasillo y ahí los minutos parecieron eternos. No tenía las palabras exactas para aseg

ME QUEDO EN SILENCIO. SILENCIO POR UN TORERO.

Fotografía: Anya Bartels-Suermondt "Tengo una cita con la Historia, y si he de morir, moriré libre" IVÁN FANDIÑO. Otra vez, sonó el clarín, como cada tarde. Nuevamente, la vida y la muerte en el mismo escenario, en el mismo ruedo. Mirándose cara a cara, sin perfiles ni coqueteos, de frente, al frente, por derecho. Parecía que todo iba bien cuando sin esperarlo, una certera cornada ensombreció aquel maldito quite. La enfermería apenas dio tiempo para convertirla en templo de rezos y lamentos como tantas y tantas veces, de plegarias, de súplicas y promesas con fechas  e xactas de cumplimiento. De repente, el frío caló hasta los huesos. Una frase arrambló con todo, era devastadora, demoledora, no tenía consuelo. De esas frases que desgarran por dentro, invaden, asfixian, te dejan sin aliento. "En las astas de un toro de Baltasar Ibán ha perdido la vida un TORERO". Tan duro como cierto. La casualidad. La puta casualidad. Esa que apenas

PROMESA DE AMISTAD

Hace años una promesa vino a  mi vida. Vino sin tiempos ni espacios, sin saber nada y sabiéndolo todo, ni me dijo cuántas noches serían ni si algún día saldría el sol. Nunca me dijo si me conocía mucho o si con los pocos minutos, cara a cara, había tenía suficiente. Nunca me dijo tal vez, quizás, un tardaré o ahora vuelvo. Era una promesa sin discurso aparente, sin fecha de caducidad. Era la típica que parecía que no llegaría, la del viene de camino pero se va,  la del tiempo pasa mientras que en el calendario la hoja del mes sigue sin estar cambiada . Únicamente, antes de irse, me dejó una frase escrita en forma de mensaje y, sin más, se fue. Por meses estuve leyendo y releyendo esa simple frase. Me ponía a descifrarla, como la margarita que ansía la respuesta entre un sí o no. La metí en una botella, vacía de un vino que ya no importa el cómo fue derramado, lo que resalta es que ni gota quedaba. La tinta con el tiempo, a pesar de correosa, legible seguía, como

MI PRIMERA MADRUGÁ.

Sevilla tiene una noche que solo tiene Sevilla. Una noche donde el amanecer, celoso, coge el relevo, donde la muerte y la vida se unen, donde existe ese algo que las palabras no consiguen definirla. Iba camino de la ciudad que más amo, por esas carreteras llenas de kilómetros que parecen interminables cuando la espera se hace patente en forma de nervios y ansiedades. Mi primera Madrugá aguardaba entre los rincones de alguna calle, en las vísperas de una revirá o en una plaza donde parece que todo es principio y fin. Casi ná . Temprano llegué a San Lorenzo. Había visto varias recogidas del Señor pero ninguna salida. Tras la pleitesía de los Armaos, a la una de la madrugada, una campana daba la hora exacta e inmediantamente sonó el cerrojo de la Basílica, todavía perdura su eco en mis adentros, qué escalofrío me entró por el cuerpo. Minutos más tarde, bajo un silencio sepulcral, vi salir al Señor de Sevilla. Lo miré en medio de una oscuridad rota por flashes que le ilumi

DÉJAME ESCRIBIRTE...

Déjame escribirte, como tantas veces quise, déjame que grite como tantas veces tú quisiste y no pudiste, déjame que hable de ti aunque muchos no quieran oírme… Mujer, qué bonito nombre tienes, cómo fuiste y cómo eres. Eres esa patria sin bandera, mil batallas libraste por conseguir una que hoy en día todavía sigue ganándose a medias. Luchaste por la justicia e igualdad, alzando la voz de tú a tú, con la cabeza alta, a pesar de ver tantas puertas cerradas. Sigues irrompible aunque las heridas escuezan, te empeñas en poner flores donde solo nacen espinas, valiente guerrera llena de coraje, la que se le cuida, se le ama y se le respeta. Mujer, si tú, la que no soportas que derrumben por lo que otras antes que tú se dejaron la piel, la que trabajas para alimentar platos, la de las sábanas revueltas y el mantel liso, la que huelen a limpio o está llena de sucios desatinos, la que ayuda con su mano desgastada, la que desgasta todo lo que tiene sin pedir a cambio nada. Eres la

QUERIDOS REYES MAGOS:

Imagen de google. Este año no quiero juguetes ni regalos caros, tampoco con esta carta quiero pediros demasiado, sé que en estas fechas tenéis mucho trabajo. Perdonar la letra, todavía no tengo suficiente práctica en reglones rectos y párrafos perfectos. A estas horas, todos andan ilusionados y contentos, y hasta nerviosos por vuestra llegada desde Oriente.   Quiero pedir para conseguir que el mundo sea más mundo y humano, que no se aprieten los gatillos de las armas, que las bombas no hagan ruido, que no hayan fronteras entre los Estados, que todos seamos bienvenidos. Yo tan solo quiero para el hombre un poco de cordura para así acabar con tanta locura, un silencio que apague gritos, unas palabras que alcen la voz para callar miedos y establecer diálogo, que el terror no tenga cabida en nuestro entorno, que entre hermanos haya cariño infinito. Majestades, quiero pedir ilusión para el que no tiene ganas de vivir, fuerza para el que le flaquean los cimientos, s