Ir al contenido principal

MI PRIMERA CLASE.

Había quedado con una profesora de secundaria, la típica tertulia de ponernos al día de nuestras vidas, revivir historias, aprobados y suspensos, nervios y más nervios, ¡cómo pasa el tiempo! Al cabo de los años seguíamos en el camino de la vida aunque algo habíamos cambiado…


Me pidió un favor. Me contó que tenía una clase de alumnos especiales y que le gustaría que  les contase mi historia, que vieran que hay un mundo por descubrir detrás de los muros del aula. Iba a ser “mi primera clase”:

 

“Estoy un poco nerviosa, no sé muy bien que tengo que deciros pero allá que voy… Qué tal si comienzo a hablaros de como yo he estado aquí, en el mismo lugar y a la misma hora, he llevado los mismos libros, he estudiado las mismas asignaturas, pocas cosas desde entonces han cambiado. Sé que es “jodido” levantarse a las siete de la mañana para ir a clases, unas clases que consideráis que no sirven para nada, que son poco productivas y que algunas de las asignaturas, el día de mañana, ya ni os acordaréis; pero, créenme que cualquier clase, por poco interesante que sea, tiene su utilidad aunque sea mil años después. Por ejemplo, la filosofía, en mi época, me parecía un “rollazo” pero ahora, le encuentro su verdadera esencia e incluso me sirve en muchos aspectos para mi día a día.

 

Al igual que vosotros también tuve mis “hándicaps”, mi específica y singular afición taurina, que en mis años de secundaria era poco común entre los adolescentes y mucho menos entre las féminas, me llevó a que mis compañeros me vieran rara e incluso me insultaran, no entendían el porqué de esa afición y como era mi fuerza para superar esa etapa estudiantil. Recuerdo que, por momentos, lo pasaba mal, me hacía mil preguntas y no todas conseguía encontrarles respuesta, me costaba relacionarme pero, a la vez, no dejaba de lado lo que pensaba y sentía por nada ni por nadie. La personalidad del guerrero le llamaba. Así, poco a poco, fue pasando mi historia entre estas aulas  y el patio de recreo, tan solitario que lo sentía a veces. Todo este cóctel de circunstancias y vivencias me llevó a cumplir uno de mis mayores sueños, donde ahora me encuentro, estudiando un Grado en la Universidad. Gran parte de todo ello se lo debo a lo afortunada que soy de tener la familia que tengo.

 

No soy ejemplo para nadie, tampoco pretendo serlo, tengo mil defectos que corregir y virtudes que ni yo misma, a veces, me encuentro. Dudo en cada circunstancia y el miedo no se va de mi lado, me aprieta tan fuerte que me ahoga, como a cualquiera. Pero, chicos, nada se escribió de los cobardes y ser valiente, a pesar de que sale caro, tiene su recompensa. Con esfuerzo, constancia y sacrificio se consigue atrapar a los imposibles y por muchas puertas que se cierren habrá siempre una ventana abierta para echarse a volar. No rendiros aunque ganas no os falten, la esperanza estará ahí esperándoos para luchar. La personalidad del guerrero es fundamental, ser vosotros mismo, tal cual, no cambiar, ir de frente y con la verdad. Haced lo que os gusta y escuchar al que late en vuestro interior, el corazón os guiará hacia la entrega y la pasión.  Quedaros de cada etapa con los mejores recuerdos, sentiros orgullosos de quienes sois y de donde venís y educaros para ser personas de bien y con futuro prometedor. Os prometo que vale la pena pelear por los sueños, que es dura la caída pero muy gratificante el levantarse por uno mismo. La libertad es el sueño de los que vuelan a través de la imaginación.

 

Os confieso que me siento plena, cuando tras esta charla os veo las caras de ilusión, las ganas de seguir y que penséis, aunque sea por un momento, que ir todos los días al instituto es por fraguarse y construir un futuro mejor. Me voy con una sensación muy bonita, de esas que se sienten muy adentro, no sé si os ayudaré en algo o habré resuelto algunas de vuestras inquietudes pero no olvidéis que hay luz detrás de las oscuridades. Con solo que uno de vosotros sueñe y se imagine como quiere andar su camino de la vida, yo ya me doy por satisfecha. Este día, solo por eso, ya vale la pena. Gracias  a mi profesora Pilar por darme la oportunidad de vivir esta experiencia y a vosotros, chicos, por dejar tanto dentro de mí. Suerte en vuestras vidas”


Me atrevería a decir que alguno de ellos durante aquella charla soñaron. Hablamos de varios temas, me preguntaros cosas de adolescentes y me contaron detalles de sus historias, de sus problemas. Una luchaba contra la soledad, la otra no podía soportar sobre sus hombros el peso familiar, la sentada a final se refugiaba de su pasado con el “boolling”, otro cantaba flamenco mientras el más calladito pegaba patadas por debajo de la mesa, simulando ser un gran futbolista. Había tímidos, introvertidos, alegres y tristes  pero, al final,  todos tenían un denominador común, estaban perdidos, sin rumbo, tenían una vida llena de senderos sin saber cuál escoger.

 

                                  "Siendo uno mismo"- Manuel Carrasco

 

 

Eliana Abellán Sánchez (@Eliana_Abellan)

Comentarios

Entradas populares de este blog

A MI BANDERILLERO CURRO JAVIER:

  Vuelvo al mismo punto de partida, la soledad. Sin excusas me acompaña una día más. Dicen que comenzamos a escribir desde que algo comienza a dolernos. No sé si será verdad pero, aquí estoy, de nuevo, intentando desahogar cada latido que siento en el pecho.   Hay decisiones que duelen. A veces me preguntó el por qué tanto. Lo entiendes, sabes que puede pasar, pero en el fondo no quieres. La vida sigue su curso, es como el río que fluye entre aguas que buscan nuevos caminos por abrir, nuevas metas y destinos. Las ilusiones renacen, los sueños impacientes vuelan como el aire.   Escuchas un “me voy, es el momento de cambiar de aires” y parece que automáticamente todos los recuerdos se amontonan en la mente. Así, sin más, uno detrás de otro, sin descanso, sin olvido, hasta se oye el eco de lo acontecido. Y, es inevitable llorar aunque, al mismo tiempo, la felicidad de lo vivido te haga sonreír sin parar. Cuántos momentos juntos, de risas, de tristezas, de ovaciones ded

QUERIDOS REYES MAGOS:

Imagen de google. Este año no quiero juguetes ni regalos caros, tampoco con esta carta quiero pediros demasiado, sé que en estas fechas tenéis mucho trabajo. Perdonar la letra, todavía no tengo suficiente práctica en reglones rectos y párrafos perfectos. A estas horas, todos andan ilusionados y contentos, y hasta nerviosos por vuestra llegada desde Oriente.   Quiero pedir para conseguir que el mundo sea más mundo y humano, que no se aprieten los gatillos de las armas, que las bombas no hagan ruido, que no hayan fronteras entre los Estados, que todos seamos bienvenidos. Yo tan solo quiero para el hombre un poco de cordura para así acabar con tanta locura, un silencio que apague gritos, unas palabras que alcen la voz para callar miedos y establecer diálogo, que el terror no tenga cabida en nuestro entorno, que entre hermanos haya cariño infinito. Majestades, quiero pedir ilusión para el que no tiene ganas de vivir, fuerza para el que le flaquean los cimientos, s

OCTAVIO, DÉJAME CONTARTE...

Es el momento de escribirte. Ahora que ya todo es pasado, que todo llegó a su fin. Ahora que el frío irrumpe en un almanaque que empieza a recopilar las vivencias de sus días. Ahora que ya echo de menos la primavera que da comienzo a toda esta aventura. Ahora que todo son balances, enhorabuenas y recuerdos, tiempo de descaso y nuevos proyectos. Es el momento de escribirte. Es ahora cuando siento la necesidad de hacerlo, quizás sea una deuda pendiente, quizás sea justicia, quizás ni justificación tenga, pero, hoy que es un día cualquiera y ya ni los olés suenan, he decido abrir este blog que estaba cerrado sin traspaso para derramar mis sentimientos, esos que tantas tardes de esta temporada he derramado a tu lado. Octavio, déjame contarte… De ti he aprendido que a ganar se aprende perdiendo, a crecer ante las adversidades, a no fallarse a uno mismo, a seguir la senda que marcan los principios. Por ti sé que el miedo está siempre presente