Vuelvo al mismo punto de partida, la soledad. Sin excusas me acompaña una día más. Dicen que comenzamos a escribir desde que algo comienza a dolernos. No sé si será verdad pero, aquí estoy, de nuevo, intentando desahogar cada latido que siento en el pecho. Hay decisiones que duelen. A veces me preguntó el por qué tanto. Lo entiendes, sabes que puede pasar, pero en el fondo no quieres. La vida sigue su curso, es como el río que fluye entre aguas que buscan nuevos caminos por abrir, nuevas metas y destinos. Las ilusiones renacen, los sueños impacientes vuelan como el aire. Escuchas un “me voy, es el momento de cambiar de aires” y parece que automáticamente todos los recuerdos se amontonan en la mente. Así, sin más, uno detrás de otro, sin descanso, sin olvido, hasta se oye el eco de lo acontecido. Y, es inevitable llorar aunque, al mismo tiempo, la felicidad de lo vivido te haga sonreír sin parar. Cuántos momentos juntos, de risas, de tristezas, de ovaciones ded
Amiga Eli, al igual que tú, yo también soy blogguera. Tengo que decirte que no es una aventura fácil, pero debo decirte que es muy reconfortante y que cada vez va a más. Escribes sobre lo que quieres y sientes sin que nadie marque los puntos a seguir, solo TÚ. Así que te digo que lo que tienes que hacer es ajustarte bien las taleguillas, apretarte bien los machos y una vez liada en el capote andar con paso firme por el ruedo de tus sentimientos. Te auguro grandes éxitos...suerte artista y al toro!!
ResponderEliminarEste blog llevaba tiempo en el patio de cuadrillas hasta que por fin decidió liarse el capote, echar la pata pa´lante y hacer su primer paseíllo. Espero disfrutar con este proyecto y, por supuesto, hacer disfrutar y emocionarse a todo aquel que lo lea. Gracias de corazón por tus palabras. Un beso muy taurino.
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